Hoy tenías pensado ir al súper, al banco, y comer con tus amigas… ¡qué rico, al fin ya una salidita con el bebé!
Sin embargo, son las tres de la tarde y apenas estás pagando en la tienda. Seguramente tuviste que detenerte de tus compras para cambiar el pañal al bebé, lo cargaste porque empezó a llorar y, además, ya le tocaba comer, por lo que buscaste un lugar adecuado para alimentarlo.


Se dice rápido pero ¿cuánto tiempo y esfuerzo te llevó eso? En este momento ya estás agotada y sólo con ganas de regresar a casa. Tomas el celular y hablas con tus amigas y, entonces, tienes que aguantar la misma “cantaleta”de los últimos meses: “¡Tienes que recuperar tu vida!,


¡No puedes seguir así!, ¡Parece que ya no quieres ser nuestra amiga! “Terminas la llamada sintiéndote triste, sola e incomprendida hasta por tus amigas que, aunque algunas tienen hijos, ya se les olvidó que así son los primeros meses con un bebé: el tiempo no alcanza, y salir de casa es agotador y hasta frustrante.


En Psimamá conocemos este proceso por el que pasamos las mujeres en el post parto. ¡Acércate y descubre alternativas!